YOGA PARA FORTALECER EL SISTEMA INMUNOLÓGICO
Este artículo de Swami Purohit apareció por primera vez en el número de Octubre de la revista británica "Health and Wellbeing".
Para que todo funcione correctamente, el equilibrio y la estabilidad son clave. El sistema inmunológico no es ninguna excepción. El yoga ofrece un enfoque holístico para equilibrar nuestro cuerpo y estos ejercicios se centran en el equilibrio de nuestros órganos principales, reduciendo tensión y estrés e incrementando la energía. Estas posturas fortalecen directamente el sistema inmunológico y ayudan a reducir enfermedades.
1: TADASANA (Postura de la montaña):
Aumenta la conciencia, libera la tensión y mejora la circulación de la sangre. Activa y armoniza el cuerpo y la mente. Ponte de pie, con los dedos gordos de los pies tocándose y los talones un tanto separados. Aprieta los músculos de los muslos y levanta la rodilla, pero mantén relajados los músculos del estómago. Toma aire y estira los hombros, los brazos y el pecho hacia arriba. Puedes levantar los brazos de forma paralela al cuerpo o por delante del pecho. Levanta los talones y reparte tu peso sobre los pies. Siente el estiramiento por todo tu cuerpo y mantén la postura durante un par de segundos, o tanto tiempo como te sea cómodo. Después, expulsa el aire de manera suave.
2: VRIKASHANA (Postura del árbol):
Es buena para la columna y para la coordinación muscular. Incrementa la resistencia y la concentración, relajando también el sistema nervioso. Mantén el cuerpo erguido, con los pies juntos y los brazos pegados al torso. Dobla tu rodilla derecha y levanta tu pierna derecha para poner tu pie derecho lo más alto posible en la zona interior de tu pierna izquierda. La planta del pie derecho debe de estar completamente plana sobre tu muslo izquierdo. Una vez en posición, respira y mantén el equilibrio. Después levanta los brazos por encima de la cabeza y junta las palmas. Si tienes dificultad para mantener el equilibrio, mantén fija tu mirada en algo. Tras respirar un par de veces, baja los brazos y relaja la pierna. Repite el proceso con la otra pierna.
3: PADANGUSTHASANA (Postura del dedo gordo):
Alivia el estrés y la ansiedad, mejorando también la digestión. Ayuda a conseguir un sueño más profundo. Ponte de pie con los pies paralelos y con al menos 6 pulgadas de separación. Las piernas deben estar rectas y los músculos de los muslos contraídos. Inclínate hacia delante, moviendo tu cabeza y tu torso a la vez, intentando tocar tus rodillas con la frente. Agarra los dedos gordos de los pies con las manos. Ahora toma aire y levanta el torso, manteniendo rectos los codos. Repite este ejercicio varias veces, respirando constantemente y manteniendo el torso recto a medida que te inclinas hacia delante.
4: TRIKONASANA (Postura del triángulo):
Mejora la circulación y reduce la presión sanguínea. Calma la mente y reduce el estrés. Ponte de pie con las piernas separadas, con el pie derecho formando un ángulo de 90 grados hacia afuera y el pie izquierdo, 15 grados hacia adentro. Tu talón derecho debe estár alineado con el arco de tu pie izquierdo. Reparte tu peso a partes iguales entre las dos piernas. Toma aire y a la vez que lo expulsas, dobla tu cuerpo hacia la derecha por debajo de la cadera, manteniendo rectala cintura. Levanta la mano izquierda y deja que tu mano derecha toque el suelo. Ambos brazos deberían formar una línea recta. Apoya tu mano derecha en la espinilla, el tobillo o en el suelo junto a tu pie derecho. Asegúrate de no mover la cintura. Tu brazo izquierdo debe estar estirado hacia el techo y alineado con la parte superior de tu hombro. Deja tu cabeza en una posición neutral o girala hacia la izquierda. Tu cuerpo debe estar de lado (ni hacia atrás ni hacia adelante). El pecho y la pelvis deben estar abiertos. Estírate al máximo y respira. Toma aire y sube hacia arriba.
Relaja los brazos y endereza los pies. Repite el proceso con la pierna izquierda.
5: UTKATASANA (Postura de la silla):
Aumenta la fuerza, la energía y el equilibrio. Estimula el corazón y masajea los órganos abdominales. Ponte de pie con los pies separados. Estira los brazos hacia adelante, con las
palmas hacia abajo. Brazos y codos rectos. Dobla las rodillas y empuja tu pelvis hacia abajo, como si te fueras a sentar en una silla imaginaria. Busca la postura cómoda y sé consciente de tu cuerpo y tu respiración mientras aguantas la postura. Mantén la columna estirada. Calma tu mente y relájate. Sonríe. Aguanta la postura hasta 1 minuto.
6: BHUJANGASANA (Postura de la cobra):
Estimula y mejora la digestión y la circulación. Abre los pulmones, reduciendo estrés y tensión. También incrementa los niveles de energía. Túmbate boca abajo. Pega los brazos al cuerpo y asegúrate de que los dedos de los pies se tocan los unos a los otros. Mueve las manos hacia adelante, asegurándote de que están a la altura de los hombros y apoya las palmas en el suelo. Apoya todo tu peso sobre las palmas, toma aire y levanta la cabeza y el tronco. Los codos deben estar doblados. Arquea el cuello hacia atrás, con los omóplatos firmes y los hombros alejados de las orejas. Empuja la cadera, los muslos y los pies hacia el suelo. Mantén el asana (postura) entre 15 y 30 segundos mientras respiras de manera natural. Siente el estómago como si fuese empujado hacia el suelo. Con la práctica, podrás mantener el asana hasta dos minutos. Para relajar el cuerpo, baja las manos, dejándolas paralelas al cuerpo. Relaja la cabeza apoyando la frente en el suelo. Pon las manos debajo de la cabeza. Después, apoya la cabeza de lado y respira.
7: MATSAYASANA (Postura del pez):
Fortalece la ZONA MEDIA y mejora la digestión. Ayuda a prevenir el estreñimiento. También relaja los hombros y el cuello. Regula la respiración y estimula la glándula del paratiroides. Túmbate boca arriba, con las piernas juntas y las manos pegadas al cuerpo. Pon las palmas boca abajo, debajo de la cadera. Ahora, junta los codos acercándolos a la cintura. Cruza las piernas de manera que los pies se crucen en el centro y los muslos y rodillas estén planos sobre el suelo. Toma aire y levanta el pecho, echándo la cabeza para atrás. Asegúrate de que el peso de tu cuerpo está sobre tus codos y no sobre tu cabeza. Aguanta la postura mientras te sea cómodo. Respira de manera natural. Cuanto estés listo/a, expulsa el aire y relaja el cuerpo haciendo lo siguiente: levanta la cabeza primero y después baja el pecho hasta el suelo. Descruza las piernas y relájate.
Es aconsejable hacer todos los ejercicios con el estómago vacío: 2 o 3 horas antes o después de comer.